Atención Inicial de una Víctima en Montaña

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Atención inicial de una víctima en montaña

Como controlar una hemorragia masiva

La primera medida para controlar un sangrado masivo es la aplicación de presión directa sobre el punto de la hemorragia, ya sea directamente con las manos o con un trozo de tela o similar. Si conseguimos detener el sangrado, aplicaremos un vendaje compresivo que nos permita dejar de aplicar la presión de forma manual y continuar con la valoración.

En algunas hemorragias provenientes de heridas profundas, puede ser necesario rellenarlas con algún tipo de paño para conseguir detenerlas mediante presión directa.

Si la presión directa no consigue detener el sangrado, la recomendación es la de aplicar un torniquete. Este ha demostrado reducir la mortalidad, cuando se aplica para detener una hemorragia masiva en una extremidad.

Vendaje compresivo

  1. Comenzaremos aplicando presión directa sobre el punto de sangrado.
  2. Seguidamente colocaremos una torunda o trozo de tela, si no lo hemos hecho antes, sobre la herida. Si la herida es profunda y nos lo permite, podemos recurrir al empaquetamiento de la herida. Esta técnica consiste en introducir la torunda o trozo de tela dentro de la herida con el fin de rellenar completamente la cavidad.
  3. Ayudándonos de una venda o trozo de tela, daremos varias vueltas intentando ejercer la suficiente presión para detener el sangrado.
  4. Fijaremos la venda asegurándonos de que no se suelta, y comprobaremos que hemos detenido completamente el sangrado. En el caso de continuar sangrando, podemos optar por colocar un torniquete o rehacer el vendaje. Es importante revisar periódicamente que no sangre.

Torniquete

Recomendaciones generales de como colocar un torniquete

El torniquete debe ser aplicado unos 5-7 cm por encima de la lesión, nunca lo colocaremos en una articulación. En tal caso, siempre lo colocaremos en el lado más alejado del punto de sangrado.

En el caso de que la situación nos exija actuar rápidamente, lo colocaremos en el punto de la extremidad que se encuentra más cercano al cuerpo, ya sea axila o ingle, pudiendo colocarlo encima de la ropa, pero nunca encima de objetos como el teléfono móvil, …

Lo apretaremos hasta conseguir detener totalmente el sangrado. Por último, apuntaremos la hora de la aplicación. En el caso de haber olvidado apuntarla, podemos tomar como hora de aplicación, la hora en la que realizamos la llamada a los servicios de emergencia, que podremos consultar nuestro teléfono móvil.

Y si tras aplicar un torniquete, no consigo detener el sangrado ¿Qué puedo hacer?

Si tras colocar un torniquete no conseguimos detener completamente el sangrado, podemos intentar apretarlo un poco más.

Si a pesar de ello no conseguimos detener el sangrado, podemos aplicar un segundo torniquete. Este lo colocaremos unos pocos centímetros por encima del anterior.

En caso de que este tampoco sea efectivo, podemos seguir aplicar un tercer torniquete.

Nunca pasaremos al siguiente paso, si previamente no hemos conseguido controlar todas las hemorragias.

Torniquete improvisado

Aunque es común, especialmente cuando hablamos de primeros auxilios, explicar cómo se improvisa un torniquete, este puede no ser eficaz como nos explica el Dr. Peter Pons:

“[…]Cuando un torniquete comercial no está disponible, muchas personas intentarán fabricar un torniquete improvisado usando cualquier material que esté a mano. Éstos incluyen a menudo materiales tales como correas, cinturones, cuerda o cordones de zapatos. El hecho es que los torniquetes improvisados ​​muy frecuentemente no logran el objetivo deseado de controlar la hemorragia y dan lugar a complicaciones secundarias. Por ejemplo, usar un cinturón de cuero como torniquete suele no tener éxito porque el cuero es demasiado rígido y no puede ser adecuadamente retorcido y apretado para detener el sangrado. La cuerda y los cordones de los zapatos a menudo pueden ser apretados lo suficiente para detener el sangrado, pero por lo general son muy delgados y estrechos. Toda la compresión se aplica a un área tan pequeña que suelen resultar en daños a las estructuras subyacentes, como los nervios. Por último, muchos torniquetes improvisados ​​no se pueden apretar lo suficiente como para obstruir el flujo sanguíneo arterial y sólo sirven como torniquetes venosos.
La enseñanza tradicional sobre la construcción de un torniquete improvisado era rodar o doblar una corbata (u otro material bastante maleable) a u ancho de aproximadamente 5 cm y apretarlo con algún tipo de molinete. La mayoría de los productos de torniquete comercialmente disponibles, particularmente los recomendados por el ejército estadounidense tienen al menos 4 cm de ancho (o más) e incluyen el molinete. Los torniquetes anchos son mejor tolerados por la víctima y menos propensos a causar daño a las estructuras subyacentes.

En realidad, la improvisación de un torniquete requiere conocimiento del procedimiento y la práctica apropiados para lograrlo en el momento oportuno. Si no se practica la improvisación de un torniquete o no hay materiales adecuados a mano, mi recomendación es aplicar presión directa con las manos y posteriormente empaquetar en caso de ser necesario. […]”

Dr. Peter T. Pons, profesor emérito del Departamento de Medicina de Emergencias de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado. Traducido y Adaptado por Dr. Ramon Reyes 

Lo que NADIE te cuenta sobre el control de hemorragias en montaña: ¿qué método funciona?